COMO BAÑAR A UN GATO

¿Con que edad debemos bañar a un gato?

Cómo norma general a los gatos no les suele gustar el agua, pero es cierto que si les acostumbramos desde pequeños se van habituando al baño y no le supondrá para nada un episodio de estrés cada vez que lo hagamos.

Los baños deben empezar a partir de los 3 meses de edad y si está acostumbrado, una frecuencia mensual sería suficiente.

Debemos tener en cuenta que para un gato el estar y sentirse limpio es algo primordial en su día a día, de hecho el aseo diario ocupa gran parte de su tiempo.

Por ello debemos ayudar a nuestro gato a sentirse limpio ya que esto también mejorará su estado de ánimo y por consiguiente su salud.

¿Como bañar a un gato? Preparativos a tener en cuenta

Ya hemos hablado de lo fundamental que es ayudar a un gato a que no ingiera pelo para evitar que se formen las temidas bolas de pelo. Por supuesto a parte de darle malta dos veces por semana, debemos cepillarle todos los días para quitar el pelo muerto sobrante y evitar que se lo coma en el acicalado diario.

Con ello mejorarás el estado de su manto o pelaje, y por otro lado, al tiempo que le cepillamos podremos ver y revisar cómo está su piel, y si notamos alguna rojez o variación en el aspecto de la misma, deberemos acudir a la clínica veterinaria y pedir cita con el dermatólogo veterinario.

Te recordamos la importancia de una buena desparasitación externa para protegerle de pulgas y otros parásitos que además son contagiosos para ti, y un problema de salud para tu mascota.

Por supuesto en el cuidado de la piel de nuestro felino, deberemos tener en cuenta la edad de nuestro gato a la hora de darle la alimentación más adecuada. Nuestro mejor especialista en nutrición felina será siempre un veterinario.

Lo primero antes de bañar a un gato o gatito, es que debemos tenerle previamente cepillado, para que el tratamiento o champú penetre de forma adecuada en su piel.

El cuarto de baño en el que se bañará y se secará a nuestro gatito, debe tener buena calefacción y estar exento de corrientes de aire.

Debemos comenzar llenando la bañera con algunos centímetros de agua a 36 o 37º e introducir lentamente al gatito en el agua hablándole y acariciándole para tranquilizarlo,

seguidamente procederemos a mojar el cuerpo de nuestro gatito con mucho cuidado con un pequeño vaso sin dejar de acariciarlo y de darle mimos.

Entre tanto y durante todo el baño, tendremos mucho cuidado de no dejar caer el agua en los ojos ni en los oídos de nuestro gato.

¿Cuál es el champu para gatos más adecuado?

Una vez está bien mojado la aplicaremos un champú especial para gatos nunca utilizaremos el champú de humanos,  ya que podríamos dañar su piel incluso podría llegar a ser tóxico para él.

Como hemos comentado en otras ocasiones la piel de nuestras mascotas, y muchas veces cambia en función de las razas, tiene un ph muy diferente al nuestro, por tanto infórmate y pregunta a tu veterinario cual es el champú más adecuado a la raza de tu animal.

Somos especialistas en dermatología felina, si tienes dudas ven a la clínica veterinaria María J.Cabeza y pregúntanos, estaremos encantados de atenderte.

Frotaremos y haremos bien de espuma y con suavidad por todo su cuerpo insistiendo sobre todo en la zona de las extremidades cola y abdomen.

Una vez que hemos aplicado bien el champú,  procederemos al aclarado de  nuestro gatito con la ducha utilizando agua caliente pero que no supere los 37º,  

y con el mismo cuidado que hemos tenido anteriormente para que no caiga el agua en sus ojos ni en sus canales auditivos aclararemos perfectamente todo su cuerpo.Podemos aplicar dos enjuagues con champú si lo creemos necesario.

Consejos de tu clínica veterinaria en León para el baño de un gato

En primer lugar, es importante que usemos una ropa que no sea nueva y que no pase nada si se moja, preferiblemente de manga larga por si a nuestro minino no le gustase mucho el agua y pudiese arañarnos involuntariamente.

Es importante tomarlo con calma y paciencia y observar cómo se comporta nuestro gato, es decir si se pone nervioso, respira más rápido de lo habitual o nos gruñe, es mejor que demos por finalizado el baño; así otro día lo podremos volver a intentar y procurar que se acostumbre.

Lo más importante para poder bañar a un gato sin altercados, es preparar al minino para dicho proceso y preparar también el recinto.

Debemos cortarle las uñas el día anterior evitando posibles desastres innecesarios, y tras ello premiarle con alguna golosina “sana”, como recompensa por esa “manicura”.

Llegado el día del baño, retiraremos la caja de arena, además de mantener cerrado el inodoro, por si a nuestro gato le da por escaparse o saltar sobre el arenero, o dentro del WC montando todo un desastre que nos costará limpiar durante el resto del día.

Escogemos una hora adecuada en la que él suela estar tranquilo; por ejemplo, podría ser después de comer. Antes de comenzar, tendremos preparada la bañera, no muy llena y con agua tibia.

Hay que procurar que nuestro gato se tome el baño como parte de un nuevo juego; es una gran idea introducir varios juguetes de agua en la bañera, de esos que sepas que le encantan;

incluso una recomendación personal es que juguemos con él y con el agua unas cuantas veces antes de su primer baño para que se vaya acostumbrando al contacto con el agua.

Es importante propiciar un ambiente tranquilo con poca luz para evitar el estrés, y tener en cuenta que cuando le mojemos, como hemos comentado con anterioridad, no debemos hacerlo de forma brusca sino poco a poco; colocando una superficie de goma en la base de la bañera para que no resbale.

Como bañar a un gato ¿uso o no uso secador?

Tras aclarar muy bien a nuestro gatito volveremos en una toalla suave, seca y tibia que habremos calentado con anterioridad. Le frotaremos con suavidad pero enérgicamente para eliminar la máxima cantidad de agua y la humedad con la toalla.

Tendremos especial cuidado en el secado de sus orejas utilizaremos para ello un pequeño trozo de algodón nunca un bastoncillo,  para retirar la posible cantidad de agua que hubiese podido penetrar si hemos tomado todas las precauciones anteriormente mencionadas.

Normalmente a los gatos no les suele gustar mucho el uso de secador de cabello porque el ruido y el aire le suele molestar y estresar.

No obstante, si nuestro gato está acostumbrado a vernos utilizar el secador a nosotros es muy probable que se deje secar el pelo con él, eso sí debemos mantener el secador a la distancia suficiente para no producir irritaciones en la piel y en los ojos a ratitos y siempre con una potencia baja.

Una vez que ya tenemos a nuestro gato completamente seco, es aconsejable poner en cada ojo del gatito unas gotas humectantes o lágrimas artificiales para evitar posibles irritaciones ya que sus ojos son muy sensibles.

En la mayor parte de las ocasiones debido a que no le hemos acostumbrado de pequeño; si incorporas en su rutina el baño, éste acabará siendo una experiencia placentera y agradable para él.

Si no has logrado un baño completo de tu mascota no  te  preocupes; es mejor que lo hagas de forma progresiva  evitando toda discusión con tu mascota. El amor y la paciencia lo pueden conseguir todo, así que si has fallado la primera vez no te desanimes e inténtalo otro día.

Si tenemos en cuenta todos estos cuidados, conseguiremos que nuestro gatito se sienta tranquilo y relajado. María J. Cabeza cat friendly

¡Para que el baño se convierta en un momento más con el que compartir con nuestra querida mascota!