GRAIN FREE: ¿NUTRICION VALIDA O MERO MARKETING?

A pesar del creciente número de marcas de alimentos para perros que afirman no contener cereales, hay muy pocas pruebas que respalden la necesidad de una dieta sin cereales en perros.

Los cereales no son más alergénicos que otros ingredientes.  Las principales responsables de las alergias son las proteínas, siendo la carne de vacuno la que más provoca.

Los cereales aportan nutrientes valiosos.  Los cereales son una excelente fuente de energía, ya que aportan hidratos de carbono.  Cuando la energía procede de los hidratos de carbono, el organismo no necesita utilizar las proteínas para obtener energía, por lo que éstas quedan libres para suministrar aminoácidos. Los cereales también aportan aminoácidos, fibra dietética y vitaminas.

A diferencia de los lobos, los perros son omnívoros. Hay tres cambios genéticos que facilitan la digestión y utilización de los almidones por los perros, convirtiéndolos en omnívoros.

Los cereales no son más alergénicos que otros ingredientes

Los cereales contienen proteínas, por lo que pueden provocar alergias, pero en realidad son una de las proteínas menos alergénicas.

La enfermedad celíaca, una reacción adversa a la proteína alimentaria gluten, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la salud humana, lo que ha impulsado un amplio y creciente mercado de productos sin gluten.  Sin embargo, la enteropatía sensible al gluten es prácticamente desconocida en los perros.

Los cereales aportan valiosos nutrientes

A veces se considera que los cereales son productos de bajo coste con un valor nutritivo limitado, pero eso está muy lejos de la realidad.  Los cereales son una excelente fuente de hidratos de carbono, pero también aportan proteínas, aminoácidos, fibra alimentaria y vitaminas.

Los hidratos de carbono son una fuente de energía.  Si la energía procede de los hidratos de carbono, el cuerpo no utiliza las proteínas para obtener energía, por lo que éstas quedan disponibles para realizar la tarea más importante, que sólo pueden hacer las proteínas, de proporcionar aminoácidos como bloques de construcción para la síntesis de proteínas para tejidos, enzimas, hormonas, neurotransmisores, etc.  Por lo tanto, los hidratos de carbono tienen un efecto ahorrador de proteínas.  

Los alimentos sólo pueden contener proteínas, hidratos de carbono, fibra, grasas, minerales y agua, por lo que si sigue una dieta sin hidratos de carbono, ¿con qué los sustituiría?  

Si sustituye los carbohidratos por proteínas, los niveles de proteínas serán demasiado elevados.  La mayoría de los perros adultos necesitan 45 g de proteínas por cada 1.000 kcal de la dieta. Si la dieta contiene un nivel de proteínas significativamente más alto, el perro desaminará el exceso de aminoácidos en el hígado (los descompondrá para obtener energía)  y luego excretará los subproductos a través de los riñones, ejerciendo presión sobre estos órganos.

·         Si se sustituyeran los carbohidratos por grasa, los niveles de energía aumentarían y se produciría obesidad.

·         La fibra tampoco puede sustituir a los hidratos de carbono, ya que un contenido excesivo de fibra (más del 5%) puede afectar a la digestión y provocar problemas de compactación, sobre todo en las razas grandes.

·         Las cenizas (minerales) deben aportarse dentro de unos límites muy estrechos.

·         Si se añade más agua, el alimento quedará descuidado.

Los carbohidratos nos permiten formular niveles adecuados de todos los demás nutrientes, ya que la mayoría de los perros toleran muy bien niveles moderados/altos de carbohidratos en la dieta.

También hay que decir que sin cereales no significa sin carbohidratos.  Muchos alimentos para perros sin cereales incluyen carbohidratos procedentes de ingredientes como la patata, el boniato o los guisantes.

¿Los perros son omnívoros o carnívoros?

La clave para apoyar las dietas sin cereales es que los perros comparten ascendencia con los lobos y, por tanto,  deben alimentarse con una dieta carnívora de carne cruda sin carbohidratos: Una idea emocionalmente atractiva, pero no respaldada por pruebas.

Es cierto que los perros comparten ascendencia con los lobos y que ambos pertenecen a la especie Canis lupus. Perros y lobos también comparten más del 99% de su ADN, pero ese 1% de diferencia es importante.  Hay tres cambios genéticos que facilitan la digestión y utilización de los almidones por parte de los perros, convirtiéndolos en omnívoros.

Se desconoce cómo y cuándo se produjo la domesticación. Es posible que los humanos capturaran cachorros de lobo para utilizarlos como guardianes y cazadores, o que los lobos se sintieran atraídos por los vertederos cercanos a los asentamientos humanos.

Sea cual sea el mecanismo que subyace a la domesticación, una vez que ésta se ha producido, se habrá producido una selección natural que permitirá a los perros utilizar los diferentes recursos disponibles al convivir con los humanos.

Axelson et al 2013:  Catalogaron los cambios genéticos implicados en la domesticación buscando diferencias entre los genomas de 12 lobos y 60 perros de 14 razas diferentes. Identificaron 36 regiones del genoma que diferenciaban a los perros de los lobos. Diecinueve de esas regiones contenían genes relacionados con el desarrollo o la función cerebral, lo que podría explicar por qué los perros son más amigables que los lobos. También hallaron diez genes que ayudan a los perros a digerir los almidones y descomponer las grasas.

Controversia sobre las dietas grain free y la cardiomiopatía dilatada canina (DCM)

Se ha escrito mucho sobre el grain free y el aumento de la cardiomiopatía dilatada canina (DCM) en perros. Sin embargo, no se ha demostrado ningún vínculo entre las dietas sin cereales y la cardiomiopatía dilatada.

En julio de 2018, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) anunció que había comenzado a investigar informes de cardiomiopatía dilatada canina (DCM) en perros que comían ciertos alimentos para mascotas, muchos etiquetados como «sin granos«, que contenían una alta proporción de guisantes, lentejas, otras semillas de leguminosas (legumbres) y/o patatas en diversas formas (enteras, harina, proteína, etc.) como ingredientes principales.

La validez y el acierto de esta advertencia suscitaron una controversia y un debate considerables, incluida la preocupación por la influencia indebida de consultores vinculados a fabricantes de alimentos para animales de compañía a base de cereales.  Los registros de la agencia muestran que para el estudio inicial, algunos veterinarios recibieron instrucciones de presentar sólo casos de cardiomiopatía dilatada (DCM) que implicaban alimentos para mascotas sin grano, «exóticos» o «boutique».

A finales de septiembre de 2020, la Food and Drug Administration (FDA) publicó una actualización tras examinar un subconjunto de aproximadamente 150 perros diagnosticados de DCM para identificar posibles factores causales y de recuperación.  Los resultados muestran que la DCM es un problema multifactorial con variables potenciales que incluyen, entre otras, la raza, la edad, el peso, la enfermedad gastrointestinal, la atopia y la infección.

La FDA también señaló que los cambios en la dieta no eran necesariamente responsables de los perros que experimentaron una recuperación parcial o total, ya que casi todos los perros también fueron tratados con taurina suplementaria, medicamentos farmacéuticos (por ejemplo, pimobendán, inhibidores de la ECA), así como otros medicamentos y / o suplementos.

En diciembre de 2022, la FDA anunció que no tiene intención de hacer públicas más actualizaciones sobre su investigación sobre la DCM/alimentos sin cereales para mascotas, a menos que haya nueva información científica significativa que compartir.

Las investigaciones en curso sobre la posible relación entre las dietas sin cereales y la DCM aún no han revelado detalles sobre la fisiopatología del desarrollo de la DCM en perros. En la actualidad, todavía no hay pruebas irrefutables de un efecto causal de las dietas sin cereales per se sobre la DCM en perros.

Conclusiones

No cabe duda de que el movimiento de las dietas sin cereales para perros ha captado la imaginación de los propietarios y ha sido ampliamente utilizado en los materiales de marketing por muchos fabricantes de alimentos para mascotas.

Es importante decir, teniendo en cuenta la advertencia de la FDA, que no existen pruebas concluyentes de que las dietas sin cereales sean perjudiciales para los perros.

Sin embargo, también es cierto que no hay pruebas concluyentes de que los cereales sean un problema para los perros y de que la dieta sin cereales sea necesaria.  Los cereales aportan una contribución nutricional válida y, en general, son tolerados por los perros, por lo que pueden incluirse con seguridad en las dietas para perros.